viernes, 30 de marzo de 2007

Café solo, Exposición de Dinah Salama




Organizada por el Instituto Cervantes de Estambul en el marco de las Jornadas de Cultura sefardí.
Beykent Üniversitesi, Sıraselviler Cad 111, Taksim.
Del 30 de abril al 30 de mayo, de Lunes a Sábado y de 8.30-23h

Uno no es uno
Uno vive de la ilusión de ser el que es. Y eso no sólo me pasa a mí, sino también a las cosas. Cada cual, a su modo, defiende su ser. Eso es la realidad. Pero hay momentos en que uno baja la guardia y siente que eso no es verdad. Que no puede ser verdad. Que ese no soy yo y que la realidad es falsa. Algo de ese descubrimiento nos dejan entrever las rotas criaturas en telaraña de cosas que pinta Dinah Salama. Esta vez, la pintora, parece haber elegido el momento propicio al descubrimiento: la hora del café. Y una cosa habitual, doméstica, el talismán del milagro: la taza. Café solo y a la par solitario, aroma de soledad que paradójicamente convoca a la multiplicidad y a la disolución. Perdiciones del ser en un doble de café: desdoblamiento de eso que creía que era yo.
Si la leyenda popular otorgaba a los posos del café la visión del futuro, los muñecos de Dinah parecen mirar hacia atrás, son por el contrario huellas de lo perdido, palimpsestos de vida y gestos que aparecen ahí ahora. Ahora que no es ningún momento histórico, que es inasible, ahora siempre en fuga y que ella trata de fijar. Y lo más conmovedor de esta sabia operación es que su mano y sus pinceles obran tal atrevimiento como si nada, cual guiados por una escritura automática, como los trazos de un sonámbulo de abiertos ojos ciegos. No es nuevo nuestro conocimiento y trato con la obra y la persona de la artista. Ya nos sorprendió en su día Dinah Salama dando buena cuenta de fidelidad, entendimiento y soltura, en aquella aventura que juntas emprendimos del Cancionero didáctico para niños sin edad (“Cántame y cuéntame”) en el que poesía, pintura y música jugaban en razón común. Esas criaturas de entonces siguen hoy aquí vivas y maravilladamente perdidas por estos derroteros del “Café solo”. Que ellas nos lleven de su mano por esos asomos de otro mundo.
Isabel Escudero


Cantata del Café, antes y después
En el catálogo de una exposición de Dinah Beatriz Salama en el año 2002 Agustín García Calvo recalcó la convivencia de la sensibilidad de la autora con la pasión por el ensayo y la experimentación técnica. En esta nueva exposición pueden encontrarse muestras de tan fecunda convivencia. Pero hay muchas más muestras de una nueva Dinah Beatriz:Ella está profundizando tanto en sensibilidad como en experimentación
y hasta tal extremo que la primera se trueca en sensualidad y la segunda en serenidad.
Nos inunda esta Cantata del Café de Dinah y nos recuerda la delicadeza y la humanidad de la de Juan Sebastián Bach. Estas nuevas pinturas de Dinah nos llevan a la sinestesia de los suaves colores y las formas suaves con el olor cotidiano del café y la música callada de lo que nos rodea Esas tazas de curvas formas conocidas y amables conviven con personas cercanas o lejanas pero todas hermanas, como esa frágil niña color café que saborea la blanca taza. Dinah Beatriz está redescubriendo la pintura en el fondo de las tazas de sus cuadros: en ellas puede habitar un sencillo café pero también el vacío indecible. Dinah nos enseña con su exquisita fragancia el quietismo de la pintura, este arte silencioso que, como escribió John Berger, detiene todo lo que se mueve.
Gonzalo Sáenz de Buruaga

Jornadas de cultura sefardi en Estambul

PROGRAMA

28 de abril de 2007: Concierto e inauguración: Pablo Martín Asuero, Gran Rabino, Silvyo Ovadya, Karen Gerson Sarhon. 21:00 h (Salida del hotel a las 20:15). Universidad de Bilgi, Campus de Dolapdere.

Concierto de Flory Jagoda y su grupo. 21:30 h.

29 de abril de 2007: Conferencias.
Instituto Cervantes de Estambul


I-La prensa en judeoespañol.
9:00-10:30h.

Preside: Pablo Martín Asuero

Elena Romero (CSIC): La prensa judeoespañola contra los recelos, la burocracia y la censura.

Tamar Alexander(Universidad Ben-Gurion del Negev): El klavo de Djoha "El Kantoniko de Haketia” en la revista Aki Yerushalayim.

Paloma Díaz Mas (CSIC) y (Amelia Barquín, Universidad de Mondragón): Relaciones entre la prensa española y la prensa sefardí a finales del siglo XIX: el caso de El luzero de la pasensia.

Ramón Magdalena (Universidad de Barcelona): Aki Yerushalayim en la Universidad de Barcelona.


II-La prensa en judeoespañol en los Balcanes
10:45-12:30

Preside: Tamar Alexander

Matilde Morcillo (Universidad Castilla la Mancha): España y la prensa judeoespañola en Salónica durante el primer tercio del siglo XX.

Christine H. Lochow-Drüke (Universidad de Frankfurt): La campaña a favor de la propagación del idioma turco entre los sefardíes del Imperio Otomano.

Eliezer Papo (Universidad Ben-Gurion del Negev): Rekreando un teksto, kreando una identidad: las primeras agadot de gerras otomanas en djudeo-espanyol


III- La prensa judeoespañola hoy en día

14:00-15:30 Preside Rosa Moro

Moshe Shaul (Aki Yerushalayim): Kontribusion de la revista Aki Yerushalayim al renovamiento de la kreasion literaria en ladino.

Zelda Ovadia(Aki Yerushalayim): Gastronomía en Aki Yerushalayim.

Tilda Levi (Salom): El semanario Salom hoy.

Karen Gerson Sarhon (Sentro de Investigasiones sovre la cultura sefardi otomana turka): El Amaneser.


IV- El Salom en el contexto de la prensa en judeoespañol de Turquía.

16:00-18:00 h: Preside Elena Romero.

Naim Güleryüz (Museo Judío de Estambul): Historia de la prensa Judía 1841-2007.

Moshe Grossman (Periodista e investigador): 1930 el fin de los periódicos en Rashi y el papel de Avram Leyon en la fundación del Salom.

Sami Kohen (Milliyet): La Boz de Turkiya.



30 de abril: Conferencias
Instituto Cervantes de Estambul

IV- Literatura y sefardíes:

9:30-11:00h. Preside: Mercedes Monmany

Esther Bendahan: La mentalidad sefardí en Albert Cohen.

Mª Fernanda Santiago y José Antonio Gómez Municio: “El Jardín del Paraíso”.

Beki Bardavid: La poesía de Rina Kohen Albukrek.

Jorge Eduardo Benavides: Personajes sefardíes en El Hablador de Mario Vargas Llosa.


V-Los Cervantes y los sefardíes
11:15-12:30

Preside: Ana Salomón

Pablo Martín Asuero (Instituto Cervantes de Estambul)
Rosa Moro (Instituto Cervantes de Tel Aviv)
Pedro Badenas (Instituto Cervantes de Atenas)
Luisa Fernanda Garrido (Instituto Cervantes de Sofía)

13: 00 Inauguración de la exposición de Dinah Salama, Café Solo, en la Universidad de Beykent (Siraselviler Cad 111, Taksim).

jueves, 22 de marzo de 2007

Destino Estambul.


Situada entre Europa y Asia, el mar Negro y el Mediterráneo esta ciudad ha sido tanto lugar de paso como destino de toda una serie de viajeros desde la antigüedad, al ser capital de dos de los imperios más importantes de la historia, el bizantino y el otomano. Ya durante la Edad Media, tras la visita de la emperatriz Elena a Tierra Santa, muchos peregrinos pasaron por Constantinopla para ir a Jerusalén procedentes del Norte siguiendo el curso del Danubio, del Don o del Dniéper. La Edad Media supone un descubrir nuevos mundos en la búsqueda de lo maravilloso. Es en este momento cuando la ciudad se convierte en punto de encuentro entre Oriente y Occidente, tal y como lo describió Marco Polo en el siglo XIII. Este viajero veneciano no fue el único que la conoció y dejo constancia de su fase bizantina. Benjamín de Tudela, fue autor de un interesante documento sobre la ciudad en el siglo XII y en 1403 Clavijo, camino de Samarcanda enviado por el rey de Castilla. Como se puede apreciar los motivos de los viajes eran muy dispares, peregrinaciones, búsqueda de rutas comerciales o de nuevas alianzas políticas.

Tras la conquista turca y el posterior enfrentamiento hispano-otomano en el Mediterráneo no desaparecen los testimonios de viajeros, sino tiene un cambio. Esta vez a través de las voces de los cautivos como el protagonista de El viaje de Turquía o Diego Galán a finales del siglo XVI. Es más, los turcos gozan de un cierto protagonismo en la literatura española del Siglo de Oro en obras como El Otomano Feroz de Lope de Vega o La Gran Sultana de Cervantes. Estambul se convierte así en la morada del Gran Turco, enemigo de la monarquía hispánica, cuyos corsarios asolaban las costas españolas y cuyas tropas llegaron a los muros de Viena, el feudo de los Austrias. Será precisamente en el siglo XVI cuando el imperio Otomano conozca su mejor momento, llegando desde Túnez hasta Irak y de la península Arábiga hasta Hungría. Estambul era el lugar en donde se vendían los productos del todas estas tierras y donde coexistían musulmanes con judíos expulsados de España, con los descendientes de los griegos bizantinos.

Los siglos posteriores la rivalidad hispano-otomana decae, firmando las paces en 1782. Poco después Carlos III envía una expedición para crear la embajada española con regalos para la corte otomana, entre otros 48 cajones de cacao: “Al Gran Señor: seis fardos de cacao; quatro caxas de chocolate [...] Al Gran Visir: ocho botes de tabaco, dos caxas de chocolate [...]”[1]. En este contexto, la mirada de los viajeros ilustrados españoles intentó crear una nueva imagen de los turcos dentro del contexto del siglo de las luces, intentando demostrar que eran una nación amiga con la que se podía tener relaciones comerciales.

Estambul tiene su mejor momento en el romanticismo francés, empezando por el vizconde Chateabriand a principios del siglo XIX y con Lamartine, el cual afirmo que esta era la ciudad más bella del mundo. Poco después las opiniones de otros viajeros escritores como Flaubert, Nerval o Gautier, en el ecuador del siglo, corroboran esta afirmación, haciendo de Estambul un destino romántico donde se podía entrar en contacto con un mundo exótico, multiconfesional, heredero de un pasado glorioso. Es en este momento cuando la burguesía ilustrada empieza a interesarse por otras culturas, produciéndose el paso del viajero al turista, en otra palabras, de la expedición a las vacaciones, en las cuales conocemos con fastidio la fecha de reincorporación al puesto de trabajo. Varios son los factores que impulsan esta transformación. La aplicación del vapor a los medios del transporte permitía llegar a Estambul a través de los barcos de la Mensajerías de Marsella por el Mediterráneo o del Lloyd austríaco por el Danubio y el mar Negro, algo similar sucede en 1888 con la inauguración de la línea férrea con uno de los trenes más famosos y literarios de la historia, el Orient Express, utilizado por la familia Amatller en 1905. La apertura del canal de Suez en 1869, agilizando las comunicaciones entre Europa y Asia, impulsó el nacimiento de una de las primeras agencias turísticas, la Cook, a la vez que las guías de viaje fueron desplazando a los libros de viajero, al actualizar la información y estructurarla según las necesidades e intereses de los turistas. Hoteles, restaurantes, bancos, museos, teatros y diarios en inglés o francés van surgiendo en Estambul a partir de los años 1860 para satisfacer a estos nuevos visitantes, por lo que cuando la familia Amatller llega a la capital otomana había toda una infraestructura montada alrededor del turismo, la cual no sale reflejada en las fotografías ya que la imagen que se proponen crear es otra. El turista busca lo que considera lo auténtico, que no es otra cosa que lo pintoresco, cayendo a menudo en lo cutre, como en el caso de las descripciones de Teresa Amatller de las calles embarradas de Estambul.

La burguesía ilustrada de principios del siglo XX no se conforma con ir a París, Londres o Berlín, al estar al estar contagiada por el virus del exotismo, uno de los elementos claves del modernismo. Las revistas ilustradas, catálogos de exposiciones de pintura orientalista, álbumes de fotografías con retratos de sultanes, odaliscas, vistas panorámicas y las exposiciones universales habían acercado Estambul a esta burguesía a la que pertenecen los Amatller, con inquietudes culturales y un interés por la fotografía que les permitía transmitir sus percepciones a sus amigos y familiares, utilizando instituciones como el Centro Excursionista de Cataluña. En este contexto, la capital de los sultanes otomanos les había permitido entrar en contacto con el islam, a través de mezquitas, cementerios musulmanes o cofradías de derviches, ganándose la admiración de sus conciudadanos. A casi todos los turistas les gusta fascinar a la vuelta de sus vacaciones, intentado quedar como un héroe romántico en un entorno exótico y hostil, a veces organizando puestas en escena acompañadas de música del país visitado, muestras de la gastronomía local o disfrazándose con los trajes regionales adquiridos en los bazares.

El viaje a Estambul es también un desplazamiento a través del tiempo donde pasado bizantino de la ciudad está muy presente en determinados monumentos, como Santa Sofía o las ruinas del Hipódromo o en el Museo Arqueológico inaugurado en 1891 gracias a los esfuerzos de Osman Hamdi Bey con unos sarcófagos que llamaron la atención de los Amatller. Sin embargo, Estambul es ante todo una capital cosmopolita, donde coexistían diferentes religiones y habitan las diferentes etnias del imperio. Es precisamente el cosmopolitismo otomano el que permite a los Amnatller integrarse en la geografía social de la ciudad, donde la burguesía española también podía tener su lugar. Dos de los mejores observatorios de este ambiente son el puente del Gálata, cerca de los muelles y de los bazares y el selamlik, el momento en que los viernes el sultán con sus tropas se dirigía a una mezquita a rezar. Los Amatller estuvieron presentes en estos dos entornos realizando fotografías de uniformes militares, en definitiva, tipos y costumbres dotados de color local y exotismo. El encuentro con los pobladores de Estambul les depara una sorpresa, el contacto con los sefardíes, los cuales también pertenecen a la cultura del español y muchas veces se convierten en mediadores entre los viajeros y los otomanos. Teresa los describe en un momento en que la sociedad española los estaba redescubriendo, gracias a la campaña del senador Angel Pulido, autor de Españoles sin patria y la raza sefardí publicado en Madrid en 1905.

En definitiva, los Amatller fueron testigos de un Estambul imperial que hoy ya no existe, dejándonos constancia de ello. Gracias a su testimonio y a sus impresiones no ha desaparecido del todo.

BIBLIOGRAFÍA
CORDOBA, Joaquín María (ed): Españoles en Oriente próximo (1166-19126). Madrid, CSIC, 2005. Nº 711-712 , tomo CLXXX de Arbor. (marzo-abril 2005)
EBERSOLT, Jean: Constantinople Byzantine et les voyageurs du Levant. París, Ernes Leroux, 1918.
MARTÍN ASUERO, Pablo: Viajeros hispánicos en Estambul, de la cuestión de Oriente al reencuentro con los sefardíes (1784-1918). Estambul, Isis, 2005.
RUBIO TOBAR, Joaquín (ed): Libros españoles de viajes medievales. Madrid, Taurus, 1986.
SERVANTIE, Alain: Le Voyage à Istanbul. Byzance, Constantnople, Istanbul du Moyen Âge au XXe siècle. Bruselas, Complexe, 2003.
TOLEDO MANSILLA, Paulino: Descripciones hispanoamericanas de Estambul en el imperio Otomano. Ankara, Embajada de Chile, 2004.
TOPRAK, Zafer: “From traveler to tourist, from craft to industry” en Istanbul, Vol II, nº 1, invierno de 1994.

[1] José Moreno, Viaje a Constantinopla en el año 1784. Madrid, Sacha, 1790, p. 48-49.

lunes, 19 de marzo de 2007

Consulado Honorario de Chile en Estambul


Sili Fahri Konsolosluðu

Balmuncu, Bestekar Sevki Bey Sokak no 30

Ortaköy 34349 Istanbul
Haluk Sanver

Consulado Honorario de Costarrica en Estambul

Kostarika İstanbul Fahri Konsolosluğu
Telefon: (0212) 528 68 19 Fax: (0212) 527 57 77 E-Mail: hkitapcı@aidata.net.tr
Adres:Tahmis Kalçın sokak No.15 Eminönü İstanbul
Ender KİTAPÇI(Fahri Başkonsolos)

Consulado Honorario de Panamá en Estambul

Panama Cumhuriyeti İstanbul Fahri Konsolosluğu
Telefon: (0212) 223 32 67 Fax: (0212) 223 32 67 Adres:Acar Sokak Kubilay Sitesi Mimoza Apt. 26/4 Tarabya İstanbul
İrma Ah Che DE FİRUZ(Fahri Başkonsolos)

Consulado Honorario de Uruguay en Estambul

Uruguay İstanbul Fahri Konsolosluğu
Telefon: (0212) 352 10 67, 351 23 16 Fax: (0212) 351 08 71
Adres:Zeytinoğlu Cad. Yeşerti Sok. Hayat Apt. 1. B /15 Daire 8, 80630 Etiler İSTANBUL
Elvira Alonso de Barghi(Fahri Başkonsolos)

Consulado Honorario de El Salvador en Estambul

El Salvador İstanbul Fahri Konsolosluğu
Telefon: 0212-567 47 60 (5 hat) Fax: 0212-565 30 70 E-Mail: info@tekstiplik.com.tr Adres:Çırpıcı Yolu No:2 34020 İstanbul
Jeki Levi(Fahri Başkonsolos)

Consulado Honorario de la República Dominicana en Estambul

Dominik Cumhuriyeti İstanbul Fahri Konsolosluğu
Telefon: (0212) 248 36 13 Fax: (0212) 231 30 65 E-Mail: sahipak@superonline.com Adres:Teşvikiye Caddesi No: 172 İzgü Apt. Kat 4 Da:6 Nişantaşı IstanbulSahip AKOSMAN(Fahri Konsolos)

Consulado Honorario de Brasil en Estambul

Brezilya İstanbul Fahri KonsolosluğuTelefon: (0212) 251 47 35 Fax: (0212) 293 91 29
E-Mail: ist.brasil.cons@superonline.com
Adres:Bankalar Cad. 31/33 K:2 Karaköy İstanbul
Silvyo BENBASSAT(Fahri Konsolos)

Hasta Siempre en turco
















biz seni sevmeyi
tarihin yükseklerinden öðrendik
cesaretinin güneþi
ölümü kuþattýðýnda (pusu kurduðunda)
iþte burada (duruyor)
tatlý varlýðýnýn
kalbe sýcaklýk veren saydamlýðý
kumandan che guevara
þanlý ve güçlü elin
tarihe ateþ açar
bütün santa clara (halký)
seni görmek için uyandýðýnda
iþte burada (duruyor)
tatlý varlýðýnýn
kalbe sýcaklýk veren saydamlýðý
kumandan che guevara
rüzgarý yakarak gelirsin
bahar güneþleriyle..
gülüþünün ýþýðýyla
bayraðý dikmek için
iþte burada (duruyor)
tatlý varlýðýnýn
kalbe sýcaklýk veren saydamlýðý
kumandan che guevara
devrimci aþkýn
seni yeni bir davaya götürüyor
ki orada senin kurtarýcý kolunun
gücünü (sýkýlýðýný) bekliyorlar
iþte burada (duruyor)
tatlý varlýðýnýn
kalbe sýcaklýk veren saydamlýðý
kumandan che guevara
biz mücadelemize devam edeceðiz
týpký sen yanýmýzdayken olduðu gibi
ve fidel'le sana diyoruz ki
sonsuza kadar, komutan

domingo, 18 de marzo de 2007

EL PRESIDENTE DEL PARTIDO DYP HA RECIBIDO AL EMBAJADOR DE CUBA.



Mehmet Agar, presidente del Partido de la Recta Vía (DYP), recibió ayer, lunes 12, en la sede central de esa organización política, a Ernesto Gómez Abascal, embajador de la República de Cuba en Turquía.

En la fraternal entrevista, el dirigente político turco deseó un pronto restablecimiento de la salud del presidente Fidel Castro y se congratuló de la buena marcha de las relaciones bilaterales entre ambos países, respaldadas dijo, por la gran simpatía que existe en el seno del pueblo turco hacia Cuba y sus dirigentes. Manifestó además su deseo de visitar la Isla en fecha próxima, para lo cual el embajador le trasladó la invitación oficial del Partido Comunista de Cuba.

El embajador ofreció a Mehmet Agar, una amplia información sobre la actualidad cubana, su economía y política exterior, así como los cambios que se han estado produciendo en América Latina.

El Partido DYP, el más antiguo de los partidos turcos después del Republicano Popular (CHP) creado por Ataturk, es el cuarto en cantidad de representantes en el Parlamento, donde posee 4 asientos.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Embajada de Turquía en Argentina, Brasil, Mexico y España


EMBAJADA DE TURQUIA EN BRASIL Ses Av-Das Nacoes Lote 23. 70452 Brasil. Tel. (55-61) 242 18 50 / 244 48 40. Fax. (55-61) 242 14 48.
EMBAJADA DE TURQUIA EN ARGENTINA. 11 de Septiembre 1382. 1426 Buenos Aires. Argentina. Tel. (54-1) 785 72 03/ 788 32 39. Fax. (54-1) 784 91 79.
EMBAJADA DE TURQUIA EN MÉXICO. Paseo de las Palmas, nº 1525. Lomas Barrilaco. Mexico D.F.C.P. 11000. Tel. (52-5) 520 23 44/76 56. Fax. (52-5) 540 31 85.

EMBAJADA DE TURQUIA EN ESPAÑA
C/Rafael Calvo, 18 2ºA-B
28010 MADRID
Tel.:+(34) 91 319 80 64
Fax:+ (34) 91 308 66 02

lunes, 12 de marzo de 2007

El Gran Bazar de Estambul










Como ya sé que a muchos españoles y latinoamericanos les interesa el tema, sobre todo por los bolsos de cuero y las prendas de cuero, que os conozco muy bien, os voy a hablar del Gran Bazar, que en turco se llama Kapali Çarsı, lo que significa mercado cubierto. Yo llevo trabajando aquí desde 1985, por aquel entonces era muy tímido y mi padre, para que me hiciera más sociable me colocó en la tienda de antigüedades de un pariente. El Bazar no estaba tan sólo enfocado al turístico como ahora, sino que había objetos de primera necesidad para los turcos como muebles, ropa, colchones, etc. Las novias venían al Bazar a completar el ajuar, comprando sábanas, almohadas, alfombras y todo lo necesario para su nueva casa. Mi padre que conoció bien el Bazar hace años me ha contado que hasta hace cuarenta años se veían camellos en las puertas de entrada, y que hasta entonces la mayoría de los vendedores eran griegos, armenios y sefardíes, pudiéndose escucharles hablar la lengua que trajeron los judíos expulsados de España. En 1993 abrí mi primera tienda, en la parte de los anticuarios, vendía miniaturas, telas, objetos de cobre y, mis favoritos, muñecos del teatro de sombras hechos en cuero de camello, los famosos Karagöz y Hacivat. Es por aquellos tiempos cuando empecé a aprender español. Me apunté a los cursos del Consulado de España en la Universidad Técnica de Estambul, tuve entre mis profesores al director del Instituto Cervantes, Pablo Martín Asuero. Más tarde abrí una tienda en la parte externa del bazar donde vendía ikats, las famosas telas de seda de Asia central, cojines, joyería y otras cosas que compraba a los vendedores procedentes de Samarcanda, Buhara y muchos otros puntos de Turkmenistán, Azerbayán o Uzbekistán. En la actualidad tengo dos tiendas de lámparas que se llaman Exotic, una en el Bazar, Calle Keseciler Caddesi 22-24 y otra en la calle Hüdavendigar Cad, Numero 9, cerca de la estación de trenes de Sirkeci, que es donde normalmente estoy y una tercera en Tarragona, C/Unión 25.

El Gran Bazar se construyó poco después de la conquista y sigue el modelo de los zocos árabes, un plano laberíntico y las calles ordenas de manera gremial: plateros, joyeros, ropa, alfombras, etc. Os recomiendo que vayáis sin prisas, que deambuléis, os perdáis y volváis a encontrar el camino. No os preocupéis si no sabéis donde estáis, el Bazar es un rectángulo sobre una colina, las calles son bastante paralelas o perpendiculares por lo que si subís terminareis en la calle principal, donde están las joyerías. Es parte de nuestra cultura ofrecer tés, el de manzana es típico, a las personas que se acercan a las tiendas sin que eso signifique que tengáis que comprar algo. Otra cosa es el regateo, os aconsejo no perder la paciencia y que no os obcequéis, hay personas que por el equivalente a dos euros se enfadan y se van. Así que disfrutad del ambiente mágico de este lugar donde hay casi cinco mil tiendas y trabajan 23.000 personasy entre 250.000 y 400.000 visitantes diariamente. Alfombras, joyerías, miniaturas, objetos de artesanía de cobre o cerámica, telas, bolsos de cuero, prendas de vestir de algodón o cuero, objetos para el baño como jabones de aceite de oliva o las ligeras toallas del hamam nos siguen impresionando por su variedad y colorido. El Gran Bazar tiene también pequeños mercados, como el de los anticuarios, el Khan de los plateros al cual se accede por la puerta de Mahmutpasa o el de los libros, Sahaflar, al lado de la mezquita de Beyazit. Si tenéis hambre hay varias cafeterías donde podeis comer o en el restaurante Havuz. Para saber más podeis entrar en la sección del Gran Bazar en Estambul desde Estambul, organizada por los alumnos del Instituto Cervantes.
El Bazar abre de lunes a sábado y de 9 a 19:00, podeis entrar desde las paradas del travía de Çamberlitas o de Beyazit.

sábado, 10 de marzo de 2007

10 lugares imprescindibles de Estambul












1 Fumadero de narghile Erenler en la antıgua madraza de Çorlulu Ali Paşa, calle Yeniçerıler encima del Gran Bazar. Alli os atendera İsmail Abi que entiende espanol, sobre todo a la hora de pagar. Pregundad por mi que suelo estar bastante, tengo alli mi segunda residencia.


2 Mi tienda de lamparas Exotic selection en la calle Hüdavendigar no 9, al lado del hotel Romance donde pasa el tranvia muy cerca de la Estacion del Orient Express. OS ESPERO OS HARE UN DESCUENTO DEL 30 % A TODOS AQUELLOS QUE TRAİGAN ESTO İMPRESO.




3 İstanbul Kitaplığı en la calle Soğukçeşme, detras de Santa Sofıa, una calle de casas de madera. Una biblioteca de libre aceso con libros sobre Estambul, albumes de fotos, gravados antıgüos, libros de arte, etc. La bibliotecaria se llama Neslihan Abla, lunes a viernes de 10-12 y de 13-17.






4 Las alubias de Alı Baba Erzincanlı en la plaza de la Mezquita Süleymanıye. En uno de los laterales hay un restaurante especıalızado en comida otomana dentro de uno de los patios. Eso sı, no dan alcohol Darrüziyafe.

5 Los postres de leche de Saray arroz con leche fırınsutlaç o kazandibi hecho a base de pollo, si, has leido bıen, de pollo pero muy bueno antes habia en la cocına espanyola se llamaba el manjar blanco. Istiklal Cad 109.




6 Subir al Cafe Pierre Loti en el Huevotron, un funicular que han inaugurado hace unos meses, bajar a pie por los cementerios y luego ir en barco desde Eyüp hasta Üsküdar a traves de todo el Cuerno de Oro y cruzando el Boforo. Hay un barco cada media hora.







7 Museo de Arte Moderno, İstanbul Modern.




8 Kokoreç, tripas de cordero a la plancha con tomate natural, cebolla, oregano y pimenton. El mejor es el de Mercan en el Çiçek Pasajı, se entra por el mercado de flores.






9 Rumeli Kavagı la fortaleza de los genoveses que esta a la entrada del Bosforo, junto al mar Negro. En el publo de pescadores se puede comer un excelente pescado y son famosos los helados.

10 Ver a los Derviches, realizan el sematöreni los domingos a las 15h en el Tekke de Galata, al lado de Tünel, final de İstıklal.


nargile ve latin amerika

Neden latin amerika ve nargile başlangıçta birbirinden alakasız iki şey gibi görünsede aslında ortak noktaları; tütünün anavatanının güney amerika olması ve latin kültürünün akdeniz kültürüne olan yakınlığı.Que tiene que ver el nargıle con Latinoamerıca? en principio parece que nada pero lo cierto es que el tabaco vino de Sudamerica y aqui se junto con la cultura mediterranea.

El Narghile y el Hamam o baño turco según Juan de Dios de la Rada Delgado.















Juan de Dios de la Rada y Delgado fue un importante intelectual español del siglo XIX. Fue el encargado de redactar la memoria de la expedición española por el Mediterráneo oriental de 1871, Viaje a Oriente de la fragata de guerra Arapiles y de la comisión científica que llevó a su bordo, editada en Barcelona en tres volúmenes en 1876. De Rada dedica varios capítulos a Estambul y a los turcos y sus costumbres destacando el del narghile:

Otro de los utensilios para fumar, que ya hemos nombrado con frecuencia, es el narghilé o narguilé, compuesto de una botella, a cuya boca se adapta un aparato especial que contiene el recipiente para el tabaco, recipiente lleno de agujeros, a manera de colador, para que dé paso al aire y comunique con el agua, perfumada frecuentemente con esencia de rosa, que se coloca en la botella. Este aparato, que es de cobre, de metal blanco o plata, tiene un apéndice que comunica con un largo y flexible tubo de cuero, liado en espiral por finísimo alambre, todo hábilmente trabajado, a cuyo extremo está la boquilla, generalmente del mismo metal, y a veces de ámbar. El flexible tubo tiene muchos metros de largo, pues su objeto es llevar el humo del tabaco desde el suelo o una mesita en que se coloca el narguilé, hasta los labios del fumador, muellemente recostado en el diván. El tabaco especial que se fuma en estos aparatos es el llamado tombéki, mezclado con otras plantas de fuertísimo olor, y aunque lavado dos o tres veces inmediatamente antes de colocarlo en pequeños trozos, pero no picado, en el recipiente, conserva propiedades muy activas debidas a los principios que la componen, y principalmente a la mucha belladona que con que se le mezcla. Como el tabaco está húmedo, hay que ponerle encima ascuas, cuidando un sirviente de avivar la combustión, para lo cual sopla fuertemente sobre ellas. El humo hay que absorberlo con grande esfuerzo, pues tiene que atravesar las sinuosas vueltas del flexible tubo, y desalojar el agua, a través de la cual pasa, produciendo un ruido especial, un gorgoriteo, si se me permite usar esta palabra para expresar la idea, sonido que se parece al que usan los gatos cuando se hallan cómodamente adormilados, y que mejor recuerdan el extertor de un pecho moribundo. Imposible parece que tanto placer encuentren los orientales en el uso de este aparato, y que sean locamente aficionados a él, no sólo los hombres, sino las mujeres y los mismos adolescentes.






Los baños turcos son otra actividad que fascina a los viajeros. La visión de de la Rada de los baños turcos procede en parte de sus lecturas. Sin embargo este autor realiza un estudio en profundidad de esta práctica higiénica desde otras perspectivas. La religión participa en la interpretación de la realidad. "El cristianismo, predicando la elevación del espíritu sobre la materia, hizo caer en desuso los minuciosos cuidados del cuerpo perecedero, como prácticas propias de los paganos: los musulmanes, en cambio, cumpliendo con un deber religioso e higiénico, las han convertido en una necesidad y un deber".









El tema de los baños turcos es bastante más complejo que una simple medida de limpieza. El origen de los baños en las termas romanas fue señalado por Gautier en Constantinople como una herencia de los antiguos pobladores de Estambul. El ocio, la pereza y la vida dedicada a los placeres son elementos que marcaron el fin del Imperio Bizantino. La opinión de los viajeros sobre el Imperio Otomano en su última fase se empeña en trazar un paralelismo entre ambos imperios que vaticine el final del otomano. La visión de Juan de Dios de la Rada conserva los tópicos románticos dándoles un nuevo enfoque mucho más crítico donde los placeres dejan de pertenecer a un mundo idílico para ser condenados:

Los baños turcos son grandes edificios, cerrados con cúpulas que cubren un amplio patio, adornado en el centro por una fuente; patio que tiene alrededor muchas galerías, tanto en el que pudiéramos llamar piso bajo, como en el principal, en las cuales están dispuestos pequeños lechos, donde el bañista se sienta o recuesta para despojarse de sus ropas. La cúpula que cubre aquel gran patio, como las bóvedas de las habitaciones destinadas al baño, reciben la luz por aberturas en forma de estrellas, lo mismo que las que se conservan en los baños árabes que aún quedan en Granada, sobre todo en los ya casi destruidos de la carretera de Darro, adjuntos al hospital árabe, que allí existió, y en el palacio de la Alhambra. Tienen los edificios balnearios en Constantinopla y en toda Turquía, como las termas romanas, verdadero carácter artístico, con su cúpula, sus columnas de mármol o de alabastro, y sus revestimientos y adornos, en los que más se refleja el estilo bizantino, que el mahometano a que estamos acostumbrados los españoles.El lugar destinado a despojarse de los vestidos recibe el nombre de muchéllah y en él, después de haber dejado el bañista su traje, acucioso servidor, le ciñe la cabeza a manera de turbante con largas bandas de algodón labrado a listas, lo mismo que la cintura y parte de las piernas, sujetando a los pies unas sandalias de madera, colocadas sobre dos aditamentos a manera de tacones, uno en el sitio natural del calzado, y el otro en la parte de la planta, más cercana a los dedos, cuyos aditamentos tienen generalmente de 6 a 8 centímetros de altura. Colocado sobre aquella especie de zancos, que tienen por objeto el que el pié trasudado por el natural ejercicio, no se enfríe y se suprima la transpiración con el contacto inmediato del suelo siempre húmedo en todas las dependencias del establecimiento, es conducido por el mismo servidor que le ayudó en las operaciones anteriores a una primera habitación, donde por medio de caloríferos subterráneos, el aire está saturado de vapor a una temperatura muy elevada, que produce en los europeos no acostumbrados a tales pruebas, ligera dificultad en la respiración, la cual va desapareciendo a medida que el sudor aumenta. Después de algunos minutos de sufrir aquella cálida atmósfera y de transpirar copiosamente, se pasa a otra sala donde la temperatura es mucho más alta, sobre todo en la parte más cercana al calorífero preparado en el centro del local, bajo el suelo. En aquel verdadero horno se pasan momentos de fatigosa angustia, hasta que los pulmones se van acostumbrando a tan molesto ambiente, aumentando la traspiración de tal modo, que el bañista queda cubierto por un verdadero baño de sudor, que corre por todo el cuerpo, como si hubiera sufrido una prolongada lluvia. En tal estado, y cuando el servidor que hasta allí le ha acompañado cree que ya se halla suficientemente preparado para el sacrificio, le despoja de aquellos chales o bandas con que le había envuelto la cabeza y parte del cuerpo, y le sumerge repetidas veces, cuidando de que se moje bien la cabeza, en una tina o pila de agua caliente, tendiéndolo enseguida sobre una losa de mármol caldeada por debajo, como si fuera un cadáver en la losa de disección, comenzando en aquel momento la parte más molesta y dolorosa del baño; la operación que los franceses llaman le massage, y que nosotros no tenemos palabra propia para explicarla en castellano, como no le llamemos el amasado o amasamiento. En efecto, a la operación de amasar se parece lo que hacen con el pobre y resignado bañista, que va sufriendo los repetidos y rudos apretones de las nada blandas manos del implacable bañero, bajo las cuales crujen todas las articulaciones de las piernas, de los pies, de los brazos, de las manos y hasta del cuello y las espaldas; molesto ejercicio que sin duda tendrá por objeto facilitar los movimientos, pero que, no por su intención y acaso por sus buenos efectos, deja de ser menos doloroso. Con tal tormento no han terminado todavía los que le restan por sufrir al bañista. En seguida empiezan las fricciones, que más bien pudiéramos llamar desolladuras, pues el bañero cubriéndose la mano con una especie de guante sin dedos, a manera de brozas con que se limpia a los caballos, hecho con un áspero tejido de pelo de camello, empieza a pasar fuertemente aquel asperón por todo el cuerpo, arrancando verdaderos rollos de asquerosa materia, producida por el sudor y la grasa natural de la piel, y dejándola poco menos que a punto de saltar sangre. Después de esta segunda operación, queda el bañista abandonando algunos momentos, mientras su verdugo prepara jabón y estopas, y le cubre el cuerpo con una masa unctuosa y abundante que suaviza las carnes produciendo un inexplicable consuelo. En tal situación, el bañista, bajo aquella capa de espuma, parece un hombre de nieve, siguiendo luego la más agradable y última maniobra, que consiste en lo que pudiéramos llamar, el aclarado, para lo cual se da al bañista una escudilla llena de agua, por supuesto, caliente, para que se la arroje sobre la cabeza y en las espaldas, mientras el bañero derrama sobre él la menuda lluvia de una ducha o regadera de agua, no menos caliente, hasta que desaparece el último vestigio de la general jabonadura. Al llegar a este punto, el pobre bañista ha perdido hasta la conciencia de su personalidad, y se deja conducir como una masa inerte, sin poder explicarse como haya quien resista semejante martirio diariamente, y ve, sin darse cuenta de ello, que vuelven a calzarle los altos chanclos y que le envuelven en nuevos chales, también calientes, pues no parece sino que se han propuesto cocerle, y que pasándole gradualmente por las mismas habitaciones balnearias, le llevan a un lecho o diván, donde le dejan y donde él se deja caer completamente rendido y extenuado. Dicen que aquel reposo es el momento supremo de placer del baño turco. Lo comprendo bien: es el descanso después de una paliza inverosímil, que tal resultado produce aquella continuación de sudores violentamente excitados, de cocimientos, de fricciones, descoyuntamientos, jabonaduras y otros martirios. En aquel lecho del reposo, sino del dolor, envuelto en mantas también calientes, se toma con inexplicable placer limonada fria, café, helados, y se fuma la pipa o el narguilé, disfrutando una muelle soñoliencia, un placer negativo, una tranquilidad inexplicable, a la que los orientales dan el nombre de kief, y que es el único placer que produce el baño. Lo que no puedo decir, es si merece aquel perezoso y dulce far niente, las penas que para llegar a él se experimentan