lunes, 8 de enero de 2007

Navidad en Estambul

Dios nos visita ... y los amigos también

Como es fácil imaginar, después de la visita de Benedicto XVI a Turquía, y nuestra participación en uno o más lugares, el tiempo de Adviento lo hemos vivido en Estambul con grande entusiasmo. En nuestra parroquia de Santa María Draperis hemos tenido una reunión de intercambio de impresiones y experiencias de esa histórica visita. Y nos hemos percatado de muchos detalles que se vivieron detrás de los reflectores, cada uno en su propio servicio, todos estuvimos activos y nos dimos cuenta de la cordialidad y gozo que en todo momento mostró el Papa, la familiaridad con que trataba a los guardias, fotógrafos, traductores y a los que encontraba a su paso.

Muchos detalles más se podrían contar, pero el tiempo nos empuja a continuar el camino. Así hemos llegado a la Navidad, por cierto no tan colorida como se acostumbra vivir en nuestros países de origen; sin embargo, no han faltado los “nacimientos” (“belenes” dirían en España), las “posaditas” (esas no las tienen en España ¿o sí?), las piñatas y la “misa de gallo”. Aquí es donde comienzan los detalles interesantes de vivir la Navidad en un país musulmán como lo es Turquía.

En la ciudad la noche del domingo 24 de diciembre de este año es como cualquier otro domingo del año, sin motivos navideños ni regalos. Los comercios y los municipios anuncian el “año nuevo 2007” y la propaganda musulmana promueve el espíritu de “Kurban Bayram” (fiesta del sacrificio... de Abraham a su hijo Isaac).

Por motivos que se pueden adivinar fácilmente, el gallo en vez de la media noche, canta a las ocho de la noche y así la misa de Navidad comienza y acaba temprano. Mas, ¡Oh interesante sorpresa! Unos días antes el presidente de Beyoglu (nuestro sector o municipio) anunció su visita a nuestra iglesia al final de la celebración de la misa de Navidad, e hizo lo mismo con las otras dos iglesias católicas del sector. Por eso, después de haber entonado la “Kalenda Nativitatis” y celebrado la Eucaristía, Demir... saludó a la comunidad reunida, felicitando a los cristianos de su municipio e invitándolos a seguir construyendo una ciudad donde reine la amistad, el respeto y la alegría de vivir juntos. Ya en años anteriores nos había mostrado su amistad y simpatía ofreciéndonos algún regalo navideño para todos los fieles de la parroquia; lo mismo había hecho en la fiesta de Pascua. Esta vez quiso venir personalmente. Lo sorprendente es que él es musulmán y, lejos de rechazar a los cristianos como podría pensar una mente prejuiciada, toma la iniciativa del encuentro con todos. ¡Dios sea bendito!

Concluimos nuestra celebración eucarística navideña llevando la imagen del Niñito Jesús al pesebre preparado para la ocasión, por cierto con sabor turco (tapetes, lámparas de aceite, ...), allí cantamos los tradicionales villancicos. Y para no irnos a casa con el estómago vacío y sufriendo las bajas temperaturas de la temporada invernal, ofrecimos un te calientito con pastel.

La ternura del recién nacido mueve los corazones al encuentro y al diálogo abierto y sincero. Ya lo había imaginado cuando os comentaba la llegada del Papa hace exactamente un mes: estamos viviendo el tiempo oportuno en que se abren las puertas de la esperanza.

¡Feliz Navidad!

Fr. Rubén Tierrablanca, ofm
Estambul

No hay comentarios: