lunes, 4 de diciembre de 2006

LA PUERTA DE LA ESPERANZA

El encuentro del Papa Benedicto XVI con el Patriarca ecuménico de la Iglesia Ortodoxa Bartolomé I en la basílica de San Jorge en Estambul marca un punto de llegada, en esta vigilia de la fiesta litúrgica de San Andrés apóstol, hermano de Simón Pedro y patrono del Patriarcado de Constantinopla, y se anuncia como jornada histórica y punto de partida en el diálogo ecuménico entra las dos Iglesias.

En 1967 Pablo VI hacía una visita al Patriarca Atenágoras. Después de un camino cuaresmal (de casi 40 años) de trabajo constante y de purificación, cultivando sin ahorrar esfuerzos en todo el pontificado de Juan Pablo II, hoy Benedicto y Bartolomé se encuentra en un abrazo de afecto sincero y fraternal: “¡Bienvenido, querido Hermano!”, con estas palabras el Patriarca ha saludado al Papa. Efectivamente, es un encuentro de familia, Pedro y Andrés, Roma y Constantinopla, Occidente y Oriente.

Para quien ha vivido de cerca el camino ecuménico entre las dos Iglesias, no solamente desea continuar, sino que descubrirá un desarrollo natural y vivirá con ánimo confiado esta solemne y afectuosa vigilia de San Andrés.

Al concluir la oración y los discursos, el Papa bendijo la asamblea en latín, inmediatamente después el Patriarca lo hizo en griego ... y en signo (en modo del todo espontáneo, las rúbricas no lo indicaban) de comunión en la caridad, los dos repitieron juntos el gesto sobre los presentes, ya sin distinción en el tiempo.

Si ya se han superado las excomuniones de ambas partes, si se vive en la caridad, si en el don de las reliquias de San Juan Crisóstomo y San Gregorio, el Teólogo, se cultiva la comunión de los Santos, si profesamos una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre (cf Ef 4, 5-6), ¿che cosa nos falta (cf Mt 19, 20) para alcanzar la plena comunión o cuál tendrá que ser el siguiente paso?

La jornada de mañana nos lo indicará.

¡Paz y Bien!

Fr. Rubén Tierrablanca, ofm
Estambul

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